5 tipos de citas a ciegas

5 tipos de citas a ciegas

5 tipos de citas a ciegas

Hace unos años, las citas a ciegas eran aquellas que algún amigo o amiga con vocación de Cupido planeaba para ti, supuestamente, con toda la buena intención del mundo. Hoy en día, gracias a Internet y a las aplicaciones móviles, este tipo de encuentros se dan mucho más a menudo y sin Cupidos entrometidos implicados.

Tinder, Happn, Adopta a un tío, Lovoo, Meetic… las posibilidades para que solteros y solteras entren en el juego de las citas a ciegas aumentan cada día con nuevas aplicaciones. ¡Pero acertar no es tan fácil! Así que comienza el «voy de cita en cita y tiro porque me toca» para irte encontrando con diferentes tipos de solteros y solteras. Hoy, 5 tipos de citas a ciegas. ¡Sigue leyendo y cuéntanos si te sientes identificad@!

Situaciones comunes en una cita a ciegas

1. La cita intensa

Después de chatear durante unos días y tantear la situación vía WhastApp, decides dar el paso. La primera impresión es buena y a medida que transcurre el tiempo es todavía mejor. Buena conversación, risas y muchos puntos en común. La frase más pronunciada es el «¡yo también!. Tienes la sensación de haber encontrado a tu alma gemela. Después de un par de cervezas te apetece continuar disfrutando de su compañía y, encima, ¡es algo mutuo! La cita se convierte en cena y la noche se alarga. ¡Felicidades! Has dado en la diana. Eso sí, el producto viene sin garantía, nunca se sabe como puede evolucionar esta situación. Pese a ello, que te quiten lo bailao, has pasado una noche intensa.

5 tipos de citas a ciegas

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2. La cita surrealista

No todo es de color rosa en esta vida y hay gente para todo. Las citas a ciegas pueden acabar generando situaciones surrealistas. Por ejemplo, llegas al lugar de encuentro y no ves al/la de la foto del Tinder por ninguna parte. Un desconocido, desde la mesa del fondo, te saluda enérgicamente con la mano. Sí, es lo que estás pensando, te han colado una foto de hace veinte años. Aun así, decides darle una oportunidad, pero cuando lleva una hora hablando sobre su colección de figuritas de rol o sobre su pasión por Enrique Iglesias sólo piensas en salir huyendo. Te das cuenta de que tus piernas están en posición carrera y no puedes evitarlo. Hasta que ves clara la ocasión y encuentras la excusa para marcharte sin mirar atrás. Por si no lo sabías, existe la posibilidad de programar una falsa llamada de emergencia para fingir que a tu perro le ha dado un cólico.

3. La cita soporífera

Es maj@, es buena gente, tiene un gran corazón… pero te aburre soberanamente. A veces no hay chispa, ni feeling ni nada de nada. Hay personas con las que no congenias por mucho que lo intentes. En estas citas abundan los silencios incómodos, los temas de conversación forzados, los comentarios sobre el tiempo, «parece que va a llover»… Normalmente, siempre hay excepciones, ambos os dais cuenta de lo que está sucediendo, así que no es extremadamente difícil acabar con el suplicio. Cuando una de las dos partes implicadas no se percata de que la cita se ha convertido en un documental de la 2, el encuentro pasa de cita soporífera a cita surrealista. A partir de aquí, vuelve a leer el punto anterior.

5 tipos de citas a ciegas

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4. La cita incómoda

Si la surrealista o la soporífera te dejaron ko, espera a encontrarte en una cita incómoda. Hay muchos tipos de persona que pueden hacerte sentir incómod@, pero destacan especialmente los que no respetan el espacio vital (siempre y cuando quieras que sea respetado), los que a cada frase te pegan un golpecito en el hombro o los que te cortan mientras hablas cada cinco minutos para echarte un piropo mientras te tocan el pelo. Una mención a parte merecen los que confunden la cita con una visita al psicólogo y se pasan la tarde con la lágrima asomando mientras destripan a su ex. En esta caso, ofrece unos clínex y márchate educadamente en cuanto tengas ocasión.

5. La cita correcta

No todo será tan malo ni tan bueno. Puede que, un día de estos, tengas una cita correcta. En este caso la impresión será buena, aunque no saltarán chispas. Una conversación agradable, puntos en común y al final te emplazas a una segunda cita. Puede que esta vez hayas encontrado el punto justo de normalidad y que esto derive en más encuentros. Pero admítelo, no ha estado mal, pero las anteriores, si te tomas la vida con sentido del humor, tienen mucho más jugo.

¿Qué otro tipo de citas a ciegas añadirías a la lista? ¿te sientes identificad@ con alguna de las 5?

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